Para comunicarnos nos valemos del lenguaje, ya sea
escrito u oral y lo utilizamos todos los días, inconscientemente la mayor parte
de las veces al querer comunicarnos con alguien, en donde se presenta con mayor
fuerza es en la publicidad persuasiva.
Su unidad más simple es el signo, imagen que hace
referencia a algo. Este a su vez se divide en significante (imagen que se nos
viene a la mente del signo) y significado (el contenido que se le asigna). A
cada significante se le da una pluralidad de significados por ejemplo - Una
paloma blanca- su contexto puede ser muy diferente de acuerdo al lugar donde se
encuentre:
Tienda de mascotas: Sección de aves
Bandera: Paz
Velorio: Alma
Iglesia: Espíritu Santo
Todo signo cambia como podemos observar, sin hablar de
los valores que le puede agregar cada persona, pues para cada individuo la
paloma (signo) hace referencia a algo distinto, tiene una esencia modificándose
a favor de la sociedad, grupos o persona que lo utiliza. Estos pueden ser
denotativos (significado que se le dio en una convención social) o connotativos
(Referencia que cada grupo o individuo le da). Sin olvidarnos nunca que según
la sociedad, individuo o época es el modo de aproximarnos a nuestro publico
meta.
Este conocimiento nos sirve a la hora de aplicarlo en
la publicidad, cuando queremos captar la atención de nuestro publico meta,
podemos jugar con las percepciones sabiendo de antemano estas reglas
fundamentales para aplicar el diseño, ya después que comprendamos los elementos
de la semántica, dominando el poder de la interpretación de los significados de
los signos, nuestra creatividad es lo único que nos podrá limitar.
Hay dos tipos de códigos, el blando: En el que el mensaje
debido a su ambigüedad se pierde. Y el duro: Es tan claro el significado que el
ruido desaparece en un sentido estricto.
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