Rol social es el papel que uno cumple dentro de una sociedad a la cual está innegablemente incluido; realizamos una variedad de conductas en diferentes situaciones, asumimos papeles como hijos, padres, amigos, parejas, profesionistas, etc. El rol del diseñador gráfico en ocasiones puede parecer confuso ante los ojos de personas que necesitan de nuestro servicio, esto a causa de todas las áreas que ella abarca (editorial, fotografía, serigrafía, multimedia, animación, web, ilustración, etc.) las cuales utiliza como herramientas de trabajo no sólo de manera publicitaria sino también social (propaganda) e incluso educativa. Es un ámbito que aún no encuentra su delimitación y se complica para el diseñador por todas las tareas que puede realizar, de ahí que su rol parezca ambiguo, sin embargo el diseño gráfico ha permanecido constante, llegando a concluir que de alguna manera está satisfaciendo las necesidades de comunicación de los individuos.
Uno de los problemas que tiene la sociedad mexicana hoy en día, es la pérdida de valores, con la distorsión de los cánones de belleza así como la realidad cotidiana: “cuanto más dinero tengas mejor”, “Si eres bonita o guapo tendrás éxito”, “no importa la agresión, mientras tu voz sea escuchada” "debes de vestir de cierta marca para ser aceptado" "siempre debes tener los mejores gadgets". Todo esto comienza desde la lucha de generaciones, entre la cada vez más escasa “baby boomers”, Generación "X", Generación "Y" y la brecha más joven Generación "Z". En el taller “Conociendo a la generación Y”, el doctor Julio Fonseca (2003) analizó las formas de pensar de los jóvenes de esos años y del por qué diferían tanto de las generaciones anteriores. Él afirma que este choque se debe a la información, los muchachos de ahora son más rebeldes a causa de que tienen un manejo más fácil sobre la tecnología.
Los “Y” y los "Z" tienen información a manos llenas, uno supondría que sería fácil para ellos ser autodidactas, el conocimiento esta brotando por todos lados, desde libros (los cuáles se leen cada vez menos) hasta el Internet. Sin embargo su nivel de comprensión va disminuyendo, los errores ortográficos son constantes, la falta de retención y la apatía por un desarrollo intelectual son aspectos con los cuáles nos topamos. De ahí el choque ideológico que tienen sobre todo con la Generación "X" y los "Baby Boomers", ellos tienen más arraigados valores humanos e ideologías de grupo más que el individualismo, a diferencia de las generaciónes recientes.Una obra interesante de leer respecto a este acceso fácil de información por medio de la red es "The shallows. What the internet is doing to our brains?" de Nicholas Carr, el autor reconoce el avance que tenemos gracias al Internet, aunque también estas nuevas aportaciones nos están modificando, el cerebro ya no se preocupa por memorizar cosas, y como todo músculo que no se ejercita éste se debilita con el tiempo.
Mucho se ha señalado y teorizado acerca del comportamiento de estos nuevos ciudadanos, la mayoría sufren el acoso de los medios masivos, persuadiéndoles para adquirir cosas innecesarias. Si la Generación X iba en decadencia, sus sucesoras están en un caos, sin ideologías -o con demasiadas- y con núcleos familiares y entornos sociales inestables. Sabemos de antemano que cada individuo tiene sus propias creencias, valores y cualidades que se van determinando por la familia, cultura y zona geográfica, entre otros. La mayoría de las ciudades en donde se nos emplea son una mezcla de culturas y para el diseñador gráfico llegar a la mente de cada uno de ellos o de la mayoría es una tarea difícil así que, lo más sencillo es apelar a las necesidades primarias del hombre, dirigiéndonos a sus instintos para satisfacer sus deseos. Aunque las cosas que nos ofrecen como esenciales para existir en esta sociedad no son precisamente fundamentales para vivir en armonía, ya que nos dan soluciones para obtener una felicidad inmediata, lo cual nos conduce a un estado de conciencia alterado.
La consecuencia de la rápida solución es la frustración que descubren al ver que eso no es verdad y sienten que pierden el control de las cosas. Que algo funcione no quiere decir que esté bien hecho, y es lo que podemos replantear a lo que es nuestro rol social en la localidad, es cierto que no podemos impedir lo que ve la gente, pero sí darle otras opciones. Hemos subestimado en ocasiones nuestro poder de convencimiento y, mal que bien, nos dejamos arrastrar por lo que nos establecen los “líderes” que no necesariamente es lo mejor para uno.
Estamos ante una paradoja, pues el diseñador gráfico se supone que es alguien sumamente creativo ¡un gran visionario!.. Sin embargo, no podemos proyectar nuestro propio camino porque adoptamos tendencias de otros países y nuestra influencia en los medios de comunicación se limita a la publicidad mayormente dejando a la labor social y educativa fuera.
Cuando seamos capaces de dominar las bases del diseño es cuando nos será más fácil salirnos de una línea o canon de forma consciente y profesional, sin necesidad de ir a lo superficial. No toda la publicidad es negativa, pero seamos conscientes que repercute no solamente al espectador sino también al círculo que lo rodea, de manera que nuestro objetivo es ver una nueva forma de transmitir un mensaje sin la necesidad de explotar lo “trillado”. Todas las culturas tienen valores universales, preceptos para una armonía colectiva, podemos empezar por restablecer los cánones de la realidad. Como diseñador se puede contribuir dando nuevas tendencias, demostrando que el sexo, la violencia y placer inmediato no es todo lo que nos mueve. Doblar y torcer al ser humano hacia las tendencias animales es fácil, pero lo ético sería acostumbrarlo a pensar y razonar.
Uno de los problemas que tiene la sociedad mexicana hoy en día, es la pérdida de valores, con la distorsión de los cánones de belleza así como la realidad cotidiana: “cuanto más dinero tengas mejor”, “Si eres bonita o guapo tendrás éxito”, “no importa la agresión, mientras tu voz sea escuchada” "debes de vestir de cierta marca para ser aceptado" "siempre debes tener los mejores gadgets". Todo esto comienza desde la lucha de generaciones, entre la cada vez más escasa “baby boomers”, Generación "X", Generación "Y" y la brecha más joven Generación "Z". En el taller “Conociendo a la generación Y”, el doctor Julio Fonseca (2003) analizó las formas de pensar de los jóvenes de esos años y del por qué diferían tanto de las generaciones anteriores. Él afirma que este choque se debe a la información, los muchachos de ahora son más rebeldes a causa de que tienen un manejo más fácil sobre la tecnología.
Los “Y” y los "Z" tienen información a manos llenas, uno supondría que sería fácil para ellos ser autodidactas, el conocimiento esta brotando por todos lados, desde libros (los cuáles se leen cada vez menos) hasta el Internet. Sin embargo su nivel de comprensión va disminuyendo, los errores ortográficos son constantes, la falta de retención y la apatía por un desarrollo intelectual son aspectos con los cuáles nos topamos. De ahí el choque ideológico que tienen sobre todo con la Generación "X" y los "Baby Boomers", ellos tienen más arraigados valores humanos e ideologías de grupo más que el individualismo, a diferencia de las generaciónes recientes.Una obra interesante de leer respecto a este acceso fácil de información por medio de la red es "The shallows. What the internet is doing to our brains?" de Nicholas Carr, el autor reconoce el avance que tenemos gracias al Internet, aunque también estas nuevas aportaciones nos están modificando, el cerebro ya no se preocupa por memorizar cosas, y como todo músculo que no se ejercita éste se debilita con el tiempo.
Mucho se ha señalado y teorizado acerca del comportamiento de estos nuevos ciudadanos, la mayoría sufren el acoso de los medios masivos, persuadiéndoles para adquirir cosas innecesarias. Si la Generación X iba en decadencia, sus sucesoras están en un caos, sin ideologías -o con demasiadas- y con núcleos familiares y entornos sociales inestables. Sabemos de antemano que cada individuo tiene sus propias creencias, valores y cualidades que se van determinando por la familia, cultura y zona geográfica, entre otros. La mayoría de las ciudades en donde se nos emplea son una mezcla de culturas y para el diseñador gráfico llegar a la mente de cada uno de ellos o de la mayoría es una tarea difícil así que, lo más sencillo es apelar a las necesidades primarias del hombre, dirigiéndonos a sus instintos para satisfacer sus deseos. Aunque las cosas que nos ofrecen como esenciales para existir en esta sociedad no son precisamente fundamentales para vivir en armonía, ya que nos dan soluciones para obtener una felicidad inmediata, lo cual nos conduce a un estado de conciencia alterado.
La consecuencia de la rápida solución es la frustración que descubren al ver que eso no es verdad y sienten que pierden el control de las cosas. Que algo funcione no quiere decir que esté bien hecho, y es lo que podemos replantear a lo que es nuestro rol social en la localidad, es cierto que no podemos impedir lo que ve la gente, pero sí darle otras opciones. Hemos subestimado en ocasiones nuestro poder de convencimiento y, mal que bien, nos dejamos arrastrar por lo que nos establecen los “líderes” que no necesariamente es lo mejor para uno.
Estamos ante una paradoja, pues el diseñador gráfico se supone que es alguien sumamente creativo ¡un gran visionario!.. Sin embargo, no podemos proyectar nuestro propio camino porque adoptamos tendencias de otros países y nuestra influencia en los medios de comunicación se limita a la publicidad mayormente dejando a la labor social y educativa fuera.
Cuando seamos capaces de dominar las bases del diseño es cuando nos será más fácil salirnos de una línea o canon de forma consciente y profesional, sin necesidad de ir a lo superficial. No toda la publicidad es negativa, pero seamos conscientes que repercute no solamente al espectador sino también al círculo que lo rodea, de manera que nuestro objetivo es ver una nueva forma de transmitir un mensaje sin la necesidad de explotar lo “trillado”. Todas las culturas tienen valores universales, preceptos para una armonía colectiva, podemos empezar por restablecer los cánones de la realidad. Como diseñador se puede contribuir dando nuevas tendencias, demostrando que el sexo, la violencia y placer inmediato no es todo lo que nos mueve. Doblar y torcer al ser humano hacia las tendencias animales es fácil, pero lo ético sería acostumbrarlo a pensar y razonar.
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